domingo, 30 de diciembre de 2012

Las deudas de la I Guerra Mundial: el ejemplo de Francia


Todos los beligerantes, lógicamente, vieron aumentar sus gastos durante la I Guerra Mundial, a la vez sus ingresos vía fiscal descendían. El ejemplo de Francia es claro:





La deuda de Francia se fue agrandando, creció un 700 %. Además, al finalizar la Guerra hubo de hacer frente a nuevos gastos extras derivados de la necesidad de reconstruir lo que se había destruido durante el conflicto, según algunas estimaciones fueron dañadas seriamente o destruidas en su totalidad: 6.000 fábricas, 300.000 casas, casi 2.000 Km de líneas férreas, 1.000 puentes, varias minas inutilizadas, muchas tierras improductivas especialmente en los lugares en los que el frente estuvo muy estabilizado... Y sin olvidar que hubo de reconvertir su economía de guerra en una economía de paz.

Para pagar la deuda originada por la Guerra, Francia y los otros beligerantes aumentaron la presión fiscal (especialmente sobre artículos no de primea necesidad), se desprendieron de sus reservas de oro (con lo que se debió abandonar el patrón-oro) y, especialmente, pidieron préstamos sobre todo a los Estados Unidos. Muchos países europeos contrajeron abultadas deudas con los Estados Unidos.

Francia pudo contar con los pagos de Alemania (Las Reparaciones), pero como hemos visto en clase se tardó fijar la cantidad y Alemania muy pronto tuvo dificultades para pagar lo que motivó que Francia invadiera la región del Ruhr que, a su vez, fue uno de los detonantes para que Hitler organizara el "Golpe de la cervecería" en Munich.

lunes, 24 de diciembre de 2012

El cuadro mágico de los Templarios

Empiezo este blog con un tema que me apasiona: Los templarios. ¿Cuántos misterios esconde esta misteriosa orden? ¿ Cuántas verdades seran, valga la redundancia, verdades?

Entre los muchos misterios que los templarios dejaron, y aún están sin resolver, figura “el cuadro mágico de los templarios”, que consiste en una combinación de cinco palabras, o anagramas, puestas en horizontal y en vertical, que dan lugar a infinidad de lecturas, y que con paciencia de esas lecturas se extrae toda la gnosis, la ciencia y la experiencia de la vida humana.Este cuadro mágico aparece en muchos lugares del patrimonio artístico europeo. Incluso en la época romana ya se usó (sus palabras son latinas) y se ha encontrado una muestra de él en las ruinas de la ciudad de Pompeya. Se ve también en manuscritos griegos del siglo XII, en lugares de culto cristiano como la iglesia de la Magdalena en Verona, la de Piave cerca de Cremona, la de San Lorenzo en Rochemaure (Francia) y aún en Santiago de Compostela. Y, por supuesto, en numerosos edificios de origen templario, templos y fortalezas, construidos por los miembros de la Orden.


Es este cuadro mágico la representación del Arte Perenne, eterno, inalterable, y fue tenido como una esencia de la ciencia para la posteridad. En sus palabras cruzadas (Sator, Arepo, Tenet, Opera y Rotas) se pueden leer otras mil palabras, sucediendo sus letras de forma diversa, que dan la clave de la Gnosis, de la cienca por excelencia, de la Sabiduría Suprema, de la Regla y la Normativa… válidos no solo para los Caballeros del Temple, sino para toda la Humanidad


Un criptograma que esconde la Gnosis


El criptograma que constituye el “Cuadro Mágico de los Templarios” corresponde en sus cinco palabras, y en sus veinticinco letras, a una serie de sentencias, mensajes y exhortaciones, todas en latín, que coinciden en palabra e imagen con su intención. Entre las muchas tareas que encomienda, están las agrarias, pero también las comerciales, religiosas, de impuestos, prácticas y sobre todo esotéricas, dando opción a seguir, “a quien entienda” los pasos a seguir para obtener la sabiduría.Hasta ahora, el cuadro esotérico de la Orden del Temple era conocido por cuantos se han dedicado al estudio histórico de este grupo humano, pero nadie había hecho una interpretación, siquiera aproximada, de su significado.


Tenemos la suerte de que recientemente un español, el profesor Josep Maria Isern i Monné, muy relacionado con Guadalajara, a donde viene con frecuencia, ha abordado esta tarea con decisión y sabiduría, la que le da el conocimiento de las lenguas clásicas y de la vida en la Edad Media, con sus bajezas y sus grandezas, y sobre todo con sus misterios y arcanos, que se guardaban por unos pocos para ser difundidos entre grupos reducidos. Llega el autor a la conclusión, y lo demuestra, que el enigmático escrito contiene la esencia de la filosofía difundida en la época, con la doctrina esotérica que solo a un corto número de caballeros se entregaba.Con el cuadro mágico ante sus ojos, el profesor Isern nos enseña a leerlo, a desmenuzarlo y a interpretarlo, y luego, a lo largo de un libro que acaba d epublicar sobre este apasionante tema, nos va dando, página a página, descubrimiento a descubrimiento, los elementos que contiene, y que vienen a ser más de doscientos. Uno de ellos, que él pone al final, es nada menos que “el Grial”, el vaso sagrado donde Cristo bebió, y que fue guardado por los templarios hasta que la Orden, y sus dirigentes, fue masacrada.


Un aspecto muy interesante de este libro es la visión que nos ofrece de la Gematría. Esta es una de las divisiones de la Cábala, y se fundamenta en la interpretación geométrica y aritmética de las palabras de la Biblia. Como la Gematría estudia el valor numérico de esas palabras bíblicas, encontramos como el cuadrado mágico tiene una fuerte interpretación cabalística, encontrando, por ejemplo, que la mayoría de las palabras y descripciones que el múltiple símbolo ofrece se apoyan en las letras Alfa (A) y Omega (O) como principio y fin de las cosas y las acciones humanas.